Estados Unidos y China, los dos países que son los principales emisores de gases de efecto invernadero (cerca del 40% mundial) y que, además, sostienen bruscas diferencias en casi todos los terrenos, anunciaron «un acuerdo para trabajar juntos contra el cambio climático» en la próxima década, durante la cumbre de la Conferencia del Clima de la ONU, COP26, que se lleva a cabo en la ciudad escocesa de Glasgow, en Reino Unido.
Aunque no parece haber sido determinante, el anuncio llegó poco después de que el propio primer ministro británico, Boris Johnson, reclamara un «empujón decisivo» a las negociaciones, después de un borrador de principios que no suscitó entusiasmo.
Los expertos de la ONU advirtieron esta semana, otra vez, que el mundo está perdiendo la batalla del cambio climático, por lo que resulta imprescindible nuevos y drásticos compromisos, empezando por el recorte de emisiones de gases de efecto invernadero.
«Hay más coincidencias que diferencias entre Estados Unidos y China, por lo que es un área de gran potencial para la cooperación», sostuvo en una conferencia de prensa el enviado sobre el clima de China, Xie Zhenhua.
«La publicación de esta declaración conjunta muestra de nuevo que la cooperación es la única opción tanto para China como para Estados Unidos. Trabajando juntos, nuestros dos países pueden lograr cosas muy importantes que son beneficiosas no solo para nuestros dos países, sino para el mundo como un todo», agregó.
«Ambas partes reconocen que hay un foso entre los esfuerzos actuales y los objetivos del Acuerdo de París, así que vamos a reforzar conjuntamente la acción climática», sentenció Xie.
Inmediatamente después de la intervención de Xie, el enviado especial para el clima de Estados Unidos, John Kerry, se mostró «complacido» por el acuerdo entre ambos países.
«Los pasos que estamos dando, creemos, pueden responder preguntas sobre el ritmo al que está yendo China y ayudar a China, Estados Unidos y otros a ser capaces de acelerar sus esfuerzos», señaló.
«Estados Unidos y China tenían dos opciones: podían marcharse de la COP26 sin trabajar juntos y dejando al mundo preguntándose dónde va a estar el futuro, claramente con una brecha. O podemos salir de aquí con personas trabajando juntas para aumentar la ambición y empezar a avanzar por un camino mejor. Esa es realmente la elección», enfatizó.
Kerry, por último, adelantó que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su par de China, Xi Jinping, celebrarán pronto una cumbre virtual.
En particular, ambos países aseguran que están dispuestos a recortar drásticamente las emisiones de metano, un gas de efecto invernadero hasta 80 veces más potente que el CO2.
Pero la semana pasada la COP26 presenció el anuncio de una alianza de más de 100 países para atajar en un 30% esas emisiones, de aquí a 2030, compromiso que Washington firmó, pero no Beijing.
«El anuncio conjunto es un paso importante en la buena dirección», escribió en su cuenta de la red Twitter el secretario general de la ONU, el portugués Antonio Guterres, presente en Glasgow.
Aunque oficialmente las negociaciones de la COP26 terminan el viernes, las conferencias climáticas de la ONU, donde cualquier decisión debe ser tomada por consenso, suelen extenderse.